¿Quieres saber cómo controlar el hambre de forma natural y conseguir adelgazar con menos esfuerzo? Aquí intentamos darte una respuesta.
Es necesario que volvamos a escuchar a nuestro cuerpo. Dejar de hacer cualquier cosa y concentrarnos en las sensaciones de nuestro estómago, entender si nos está pidiendo algo o no. De esta forma, sabríamos con qué frecuencia hemos comenzado a comer algo sin tener hambre, o hemos continuado comiendo mucho después de sentir la saciedad.
En nuestros días se ha popularizado bastante la Dieta Intuitiva o, mejor, la Alimentación Intuitiva, que promueve la necesidad de volver a aprender a reconocer el hambre fisiológica y saber separarla del hambre «psicológica», es decir, el deseo de comer derivado de factores como el aburrimiento, la ansiedad, la tristeza, el aspecto atractivo de ciertos alimentos, sus olores y sabores, normas sociales, costumbres aprendidas en la infancia, etc. El objetivo último es aprender a controlar la sensación de hambre, y comer sólo cuando se tiene y hasta saciarla.
Consejos para controlar el hambre de forma natural
- Come despacio
Está demostrado que cuando comemos despacio comemos menos. Si se come con rapidez, no se da tiempo a que lleguen al cerebro las señales de saciedad, y cuando llegan lo hacen tarde: ya hemos comido en exceso. Sin embargo, si comemos despacio, masticando bien, saboreando cada porción, ingiriendo trozos pequeños cada vez y haciendo pausas entre bocado y bocado, estamos dando tiempo a nuestro estómago para informar al cerebro que ya hemos comido ya lo suficiente. Aunque no lo creas, comer despacio es un hábito que se puede adquirir con la práctica.
- Evita distracciones durante la comida
Es importante evitar distracciones como la televisión o el entorno de trabajo con compañeros durante la comida. Hay que ser plenamente conscientes de lo que estamos haciendo y disfrutar cada bocado. Si comes mientras estás distraído corres el riesgo de comer más.
- Aprende a desechar alimentos
Cuando ya no sintamos hambre, soltaremos los cubiertos y dejaremos lo que quede en el plato, pues eso no lo necesitamos y perjudica a un cuerpo con sobrepeso. Guárdalo para otro momento o, simplemente, deséchalo.
- Programa tus comidas
Establece unos horarios para almuerzos y cenas y procura no saltártelos. Evita el picoteo indiscriminado, no se puede comer cada vez que se siente hambre. Si vas a tomar un tentempié ligero entre horas, debes tenerlo preparado, y establece unos mínimos: ‘no voy a comer nada antes de las 12 del mediodía’.
- No hagas la compra con hambre
Intenta ir al supermercado o hacer tu compra online cuando no tengas sensación de hambre. Así eviiatrás ‘antojos’ innecesarios y. de paso, ahorrarás algún dinero.
- Gestiona bien tus emociones
Son muchas las veces que comemos sin hambre, movidos por la ansiedad, el aburrimiento… Aprende a identificar esos momentos y busca otro camino para gestionarlos que no pase por la nevera: un poco de meditación, un paseo o una simple llamada teléfónica te pueden servir de alternativa.
- Evita alimentos que incrementen el hambre
Evita el consumo de dulces, pasteles, pastas… que generan niveles altos de azúcar en sangre y aumentan la sensación de apetito. Busca tentempiés ligeros y saciantes. Aquí puedes ver algunas ideas para tentempiés ligeros para picar entre horas.
- Bebe agua
Además de mantenernos hidratados, conseguiremos sensación de saciedad con más facilidad. Si te da un ataque de hambre, intenta engañarlo bebiendo un vaso de agua.
- Duerme bien
La falta de sueño provoca un cansancio que desequilibra a las hormonas del apetito empujándonos a comer mal, a destiempo y en las cantidades equivocadas.
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