Aquí tienes unos breves consejos para hacer la compra si estás a dieta, rutinas sencillas que te ayudarán a no llenar tu cesta de calorías.
- Es importante acudir a hacer la compra sin hambre, porque en caso contrario elegirás alimentos más engordantes. Si no puedes ir después del desayuno o de la comida, tómate 1/2 hora antes una buena manzana u otra fruta.
- En el supermercado evita pasar por las zonas de alimentos calóricos y poco saludables, como bollería, chocolates, bebidas alcohólicas, aperitivos, etc. Es difícil resistirse cuando vemos pasar ante nosotros una hilera interminable de galletitas y chocolates.
- Al hacer la compra si estás a dieta no te olvides de los postres: ante un «arrebato incontrolable» después de cenar, es preferible disponer de un poco de queso de Burgos, un yogur o incluso un flan, antes que echar mano de otros postres menos convenientes que pueda haber en la despensa.
- Siempre que sea posible, sustituye alimentos refinados por integrales (pan, pasta, galletas,…). Además de aportar más vitaminas, la fibra que contiene facilita el proceso digestivo y da sensación de saciedad.
- Acostúmbrate a leer las etiquetas de los envases: asombra comprobar la diferencia de contenido calórico entre distintos tipos de alimentos, e incluso entre dos marcas de un mismo alimento.
- Compra siempre muchas frutas y verduras, incluso más de las que necesites. Eso te obligará a comerlas para no desperdiciarlas. Oblígate a consumirlas.
- Elige siempre productos frescos y elimina de la lista de la compra loa alimentos procesados. Lo normal es que tengan muchas más calorías de las que imaginas.
Estos consejos para hacer la compra si estás a dieta hay que completarlos con voluntad y un poco de actividad física. Así que aquí tienes otro consejo: Olvídate del coche y vete a hacer la compra dando un paseo.