Aquí te contamos por qué fracasan las dietas de adelgazamiento y cómo podemos ganar la batalla al sobrepeso usando la cabeza.
Según una reciente encuesta, el porcentaje de españoles descontentos con su peso es muy elevado (76%), pero el remedio más evidente para solucionar el problema (ponerse a dieta) supone un fracaso en una proporción mayor todavía, ya que un 81% de los que se ponen a dieta fracasan. Una parte importante de ellos abandonan en los primeros días. La mencionada encuesta tal vez pueda darnos algunas claves para entender este fracaso e intentar evitarlo.
El estudio a que nos referimos ha sido realizado sobre 2.994 personas por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) en colaboración con XLS Medical.
¿Cuál es nuestra motivación para adelgazar?
La encuesta muestra los siguientes resultados.
- un 86% lo hace para sentirse más atractivos
- un 83%, para sentirse más sanos
- un 79%, por razones emocionales
- un 65%, para buscar trabajo
- un 58% para mejorar su vida sexual
El primer problema es trazarnos metas inalcanzables. Los que inician una dieta manifiestan que quieren perder una media de 10 kilos en cinco meses. Un objetivo excesivamente ambicioso puede suponer una desilusión en quien lo intenta y puede llevarle a abandonar.
Poner plazos puede llevar a error si se interpreta que hay que luchar durante ese tiempo y dar entonces la dieta por terminada. Por el contrario, como indican desde SEEDO, la obesidad es una enfermedad crónica, y el cambio de hábitos debe ser para siempre. Si no se hace así, lo más probable es que, poco a poco, vayamos recuperando el peso perdido.
¿Por qué fracasan las dietas?
Resumiendo la opinión de diversos expertos, como el Dr. Cabrerizo (jefe de la Unidad de Dietética del Hospital Clínico) y la Dra. Irene Bretón (médico adjunto de la Unidad de Nutrición del Hospital Gregorio Marañón de Madrid), las principales causas del fracaso de las dietas, son:
- La dieta es inadecuada. Recurrir a las «dietas milagro» es tentador (prometen grandes resultados con poco esfuerzo) pero no inteligente. Es casi seguro el fracaso a medio plazo, pues recuperaremos el peso que teníamos (a veces incluso más), y ponemos en riesgo nuestra salud.
- No dejamos de «picotear». Si tenemos esa costumbre y no la eliminamos al seguir una dieta, lo único que conseguiremos será aumentar esta práctica.
- Tomamos alimentos que no sacian. A igualdad de calorías, los alimentos que no sacian nos harán sentir hambrientos antes, aumentando así la dificultad de seguir la dieta.
- Nos saltamos comidas, en especial el desayuno. Nutrimos incorrectamente nuestro organismo y provocamos una sensación de hambre que puede producir una ingesta excesiva en la siguiente comida.
- No cuidar los aspectos psicológicos de la dieta. Una dieta jamás debe venir impuesta por los demás, sino que debemos iniciarla bajo el convencimiento propio de su conveniencia, sin estar sometidos a presión externa. Por otra parte, en ocasiones la ansiedad o la depresión pueden inducirnos a comer en exceso; en estos casos, lo primero es identificar las causas de estos trastornos psicológicos e intentar eliminarlas, pues pueden dificultar enormemente el cumplimiento de la dieta.
- Ser demasiado ambiciosos. En general, lo recomendable es perder del 5 al 10% del peso en un plazo de tres a seis meses. Pero no más.
- Seguir dietas no adaptadas. Lo que es adecuado para una persona puede no serlo para otra, al ser distintos sus gustos, necesidades, sobrepeso, edad, etc.
Como triunfar al hacer una dieta
Los nutricionistas son unánimes a la hora de dar una serie de consejos generales para triunfar en nuestro empeño.
- hidratarse de forma correcta
- controlar el tamaño de las raciones
- no comer entre horas a no ser que la dieta lo especifique
- evitar la ingesta excesiva de comidas grasas y bebidas gaseosas
- huir de dietas que restrinjan ciertos alimentos, en favor de una completa, saludable y apetitosa dieta equilibrada
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