La dieta disociada se basa principalmente en no mezclar grupos de alimentos y en no combinar hidratos de carbono con proteínas en la misma comida. Desde hace años se habla de ella como una dieta milagro, pero gran parte de su fama se debe a que no tiene limites de cantidades al sentarte a la mesa.
Principios de la dieta disociada
La dieta disociada divide los alimentos en 3 grandes grupos:
- Glúcidos: son aquellos con alto nivel de hidratos de carbono, como cereales, harinas, patatas, legumbres, dulces, arroz, pastas.
- Proteicos: ricos en proteínas, como carnes, pescados, mariscos, huevos, lácteos. También se incluyen los frutos secos, aunque en la mayoría de ellos hay altos niveles de grasas.
- Neutros: en los que no predominan los hidratos ni las proteínas, como las verduras sin almidón, como las acelgas, alcachofas, coliflor, brócoli, cebolla… y la mayoría de verduras. También se incluyen en este grupo los aceites vegetales y la mantequilla.
Esta dieta sugiere que nuestro organismo no está preparado para digerir y metabolizar hidratos y proteínas al mismo tiempo, ya que cada uno de estos grupos necesita un PH distinto y un tiempo de absorción diferente en nuestro sistema digestivo para asimilar bien cada nutriente. Así, se pueden provocar alteraciones digestivas que generen un exceso de grasa que nos haga engordar.
Reglas básicas de la dieta disociada
- No mezclar proteína con hidratos de carbono nunca en una misma ingesta de alimentos.
Se trata de una mezcla prohibida, pero muy común. Si tomamos una carne o un pescado, nunca lo acompañaremos con patatas fritas, arroz o pasta, y siempre será mejor servirlo con verduras. Como alternativa, siempre podremos combinar las proteínas o los hidratos con los alimentos neutros.
- No mezclar proteína y almidón
Tendremos que descartar las verduras que contengan almidón, como la calabaza o el calabacín, si vamos a combinarlas con los platos de carne, pescado o huevos..
- No combinar fruta ácida con frutas dulces
Es una norma de esta dieta. No podremos mezclar una naranja (ácida) con uvas (dulce). Además, debemos comerla a media mañana o a media tarde, no en el postre.
- No hay limites en cuanto a las cantidades de alimentos
Esto es lo mejor de esta dieta: la posibilidad de comer la cantidad que se quiera, siempre que no se mezclen alimentos prohibidos. De ahí su éxito, pues te aseguras no pasar hambre a pesar de estar a dieta.
- Bebidas permitidas
Sólo se permite beber agua. Hay que evitar el alcohol y el café en la medida de lo posible.
- Hidratos para el almuerzo y proteínas para la cena
Los hidratos de carbono los consumiremos en el almuerzo, nunca en la cena, para la que reservamos las proteínas. Los productos lácteos (mejor light) es conveniente reservarlos para media mañana o la merienda, igual que los frutos secos.
- Cómo cocinar los alimentos en la dieta disociada
Se puede comer cualquier tipo de carne o pescado, pero cocinados a la plancha o al vapor. El huevo, mejor duro o a la plancha, antes que frito.
Ventajas de la dieta disociada
- Más que una dieta, la alimentación disociada se puede adaptar a tu rutina diaria como una forma de evitar alteraciones intestinales y comer de forma sana. La dieta disociada permite la interacción social y es fácil de llevar si tienes que comer fuera de casa.
- Al no limitar las cantidades de alimentos, la persona que tenga un exceso de grasa, la irá perdiendo de forma progresiva, pero al alcanzar un peso saludable, la dieta no te ayudará a seguir adelgazando.
- Pero la principal ventaja de esta dieta es que nunca te quedarás con hambre, ya que puedes comer la cantidad que quieras. Sólo debes tener en cuenta no mezclar ciertos alimentos.
- De todas formas, y como siempre, antes de empezar una dieta es recomendable la consulta con un experto en nutrición que nos pueda aconsejar, en función de muestras necesidades y nuestra salud.
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