Buenas noticia para las parejas felices que tienen problemas con la dieta. El amor engorda, pero una ruptura engorda más. Aquí te lo explicamos.
Es notoria la influencia de nuestro estado de ánimo a la hora de comer o no de más, y la situación afectiva no podía ser una excepción. Un estudio realizado sobre mujeres españolas ha cuantificado el aumento de peso derivado del establecimiento de una nueva relación afectiva en una media de 4,5 kilos.
Las conclusiones anteriores se derivan de una amplia encuesta realizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) sobre 2.314 mujeres, de las que dos tercios estaban en la treintena. Las encuestadas achacaron las variaciones del peso corporal a la diferente propensión a comer según la fase afectiva en que se encontraran:
- Cuando se busca pareja, se come menos y se hace una vida social más activa.
- Cuando la pareja se consolida se relaja un tanto el control sobre lo que se come. Además, se hace menos importante el mantener un peso adecuado que cuando se busca pareja. La razón –equivocada– es que tener una buena apariencia física es algo importante mientras se busca pareja, pero pasa a un segundo plano una vez que se consigue.
- La convivencia aumenta el peso. Con la vida en pareja se produce el cambio de ciertas costumbres. Por ejemplo, aumenta el picoteo incontrolado por las tardes en casa y se reduce mucho la vida social. Se pasan más horas frente al televisor o el ordenador, con lo que el nivel de actividad física disminuye considerablemente.
¿Cómo afecta una ruptura sentimental a nuestro peso?
El citado estudio confirma que las rupturas sentimentales, en contra de la creencia popular, llevan aparejadas en general un aumento de peso. Los periodos en los que se rompe la pareja suelen ser de intenso sufrimiento psíquico y afectivo, sufrimiento que trata de ser compensado con otras satisfacciones, y las culinarias son las primeras de la lista.
En efecto, durante los periodos de ruptura se come más, a veces incluso de forma compulsiva, y también se cae en otros abusos, como el del tabaco, los refrescos azucarados o el alcohol. Cualquier cosa es buena con tal de compensar lo que estamos sufriendo, pero todo eso no hace más que agravar la ya de por sí difícil situación. Y, por lo que respecta al peso, coger kilos de más aumentará nuestra angustia, desesperación y tristeza.
A la primera señal de alguna de estas situaciones, acude a un nutricionista que te ayude a gestionar la situación y a aplicar autocontrol a tu dieta.
Visita esta completa TABLA DE CALORÍAS.