Bajo este curioso nombre, la dieta de la enzima prodigiosa encierra mucho más que un plan alimenticio. Nos propone un cambio de rumbo hacia la salud y el bienestar.
La dieta de «La Enzima Prodigiosa» la dio a conocer el médico Hiromi Shinya en un libro titulado de esta misma forma. A diferencia de otras, esta dieta no persigue como objetivo principal el adelgazamiento, sino la salud general y la prevención de una variedad de enfermedades como el cáncer, la diabetes y la obesidad, entre otras. Más que un objetivo, el adelgazamiento sería una consecuencia de esa mejora general de la salud y cambio general del estilo de vida (ejercicio, sueño, pensamientos positivos…).
PRINCIPIOS DE LA DIETA DE LA ENZIMA PRODIGIOSA
Nuestro organismo funciona haciendo uso de más de 5.000 enzimas, que son unas proteínas especiales producidas por el propio cuerpo para regular la velocidad de múltiples reacciones químicas que se desarrollan en nuestro cuerpo.
El autor afirma en su dieta de la enzima prodigiosa que para que se creen estas enzimas debe existir inicialmente una enzima que él llama enzima madre o enzima basal. Esta enzima es muy necesaria para la reparación celular y su cantidad está limitada. El doctor Shinya mantiene que si agotamos esta enzima madre no podríamos reparar las células y enfermaríamos, por lo que su dieta persigue protegerla y promover su desarrollo.
REGLAS DE LA DIETA DE LA ENZIMA PRODIGIOSA:
La dieta de la enzima prodigiosa exluye una gran variedad de alimentos que normalmente están recomendados en otras dietas. Además, las reglas o directrices que propone Hiromi Shinya constituyen, más que un plan de alimentación, casi un sistema de vida:
- La primera de las reglas es mantener una proporción correcta entre alimentos de origen vegetal y alimentos de origen animal. Los primeros deberán suponer entre un 85% y un 90% de nuestra dieta, y los segundos el restante 10-15%
- La parte de alimentos vegetales se desglosa de la siguiente forma: 50% granos integrales (arroz integral, pan integral, pasta integral) y legumbres (lentejas, garbanzos, judías), 30% vegetales verdes, amarillos y raíces(verduras, patatas, remolachas, algas, etc.) y sólo un 5%-10% de frutas, semillas y nueces.
- La parte de alimentos de origen animal se compondrá preferentemente de pescado (mejor elegir los pequeños, pues los grandes tienen mercurio), y cantidades limitadas de carne roja, huevos y aves (considera que la elevada temperatura corporal del pollo perjudica su contenido de enzimas).
- Alimentos que suprimir o limitar en gran medida: productos lácteos (leche, queso, yogur), repostería, azúcar, chocolate, alcohol, grasas y aceites (en concreto menciona la margarina como la peor de las grasas).
- El café y té se limitará a 2-3 tazas diarias, por su efecto negativo sobre el estómago.
Recomendaciones adicionales en la dieta de la enzima prodigiosa
- Masticar mucho los alimentos (entre 30 y 50 veces, según de lo que se trate), para que la saliva comience con el proceso digestivo y también no saciemos antes.
- Cenar muy pronto, entre 3 y 5 horas antes de acostarse.
- No comer entre horas, excepto fruta (que es la que digiere bien el cuerpo). Tomar una pieza de fruta o un zumo natural entre 30 y 60 minutos antes de las comidas principales, pues así las comidas resultan mucho menos pesadas.
- Beber bastante agua (que en un adulto vienen a ser de unos 6 a 10 vasos diarios), mejor libre de cloro y mineralizada.
- Dormir de seis a ocho horas continuadas cada noche, y acostarse siempre sobre la misma hora.
- Sólo se debe recurrir a los medicamentos en ocasiones excepcionales, ya que dañan el hígado y los riñones.
- Hacer ejercicio, pero de forma moderada. Nadar, hacer yoga, montar bicicleta o realizar ejercicios aeróbicos, aunque sin fatigarse en exceso, pues ello provocaría que se liberen radicales libres, que causan desequilibrios y envejecimiento.
El Dr. Shinya también asegura en su libro que una buena alimentación sin una vida plena y feliz no sirve, ya que las situaciones de estrés, odio, o ira son tan dañinos para el cuerpo como las peores drogas.
Qué opinan los especialistas de la dieta de la enzima prodigiosa
En el libro del Dr. Shinya se recogen numerosas afirmaciones polémicas sin el necesario respaldo científico, empezando por la propia existencia de una enzima madre o enzima basal. El hecho de que el autor sea médico no hace ciertas todas sus afirmaciones. Hay estudios que desmientes muchas de ellas: «las toxinas de la carne alimentan las células cancerígenas», «la quimioterapia es cancerígena»…
Esto no significa que haya que cuestionar algunos de sus principios, los cuales son aceptados hoy por la comunidad de nutricionistas y endocrinos. Así, por ejemplo, la moderación en el consumo de carne, la preferencia de pescados pequeños frente a los grandes, optar por los alimentos integrales frente a los refinados o limitar el consumo de repostería, azúcar, chocolate y alcohol, etc.
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